La fecha inicial del Campeonato Argentino fue la oportunidad de estrenar las nuevas reglas del scrum, esas que fijó la UAR a modo de prueba en busca de una formación más estable y, sobre todo, más segura. El seleccionado tucumano, que históricamente tuvo a esta formación como una de sus armas favoritas sintió el impacto del cambio y los protagonistas lo admitieron.
“La verdad, fue raro”, reconoció Luciano Proto, hooker de los “Naranjas”. “No se pudo disputar nada. Se nos complicó porque entrenamos una sola vez con las reglas nuevas y se notó que Mendoza lo había practicado con un poco más de tiempo. Pero bueno, no es excusa. Las reglas son las reglas y hay que adaptarse”, se resignó el de Lawn Tennis.
“No debería ser obligatorio hookear (tratar de ganar la posesión de la pelota introducida al scrum taconeándola con el pie). Eso está mal, porque a partir de que levantás un pie del suelo, el otro pack tiene ventaja. Eso nos pasó a nosotros contra Cuyo. En el scrum estuvimos mejor en defensa que en ataque”, puntualizó el pilar Martín Hernández.
“Fue incómodo. A mí tampoco me parece bien eso de que el equipo que ataca esté obligado a hookear, porque eso te pone automaticamente en desventaja: en el momento en el que lo levantás, son 16 pies contra 15. Pero bueno, si lo cambiaron es por algo. Será hasta que nos acomodemos, porque para todos es algo nuevo”, opinó Santiago Iglesias Valdez, también hooker de los “Naranjas”.
El tucumano Santiago Altobelli, árbitro en el partido entre Córdoba y Rosario, sostuvo: “se vio un scrum muy positivo. Se jugó estático y no hubo mayores problemas. Por supuesto que todavía exiesten detalles que deberán ajustarse, porque es algo nuevo, pero se lo jugó en forma correcta. Casi en todos los scrum la pelota salió bien”.
Seguridad
Paradójicamente, la velocidad con la que se reiniciaron algunos scrums atentó contra su estabilidad, que es lo que se persigue para evitar los derrumbes, que es donde se producen las lesiones.
“Tratándose de la seguridad del jugador, que es adonde apunta todo esto, no me parece un buen método de scrum. Al estar obligado uno de los packs al hooking, los pilares tienen que hacer el doble de esfuerzo para que el hooker pueda sacar uno de sus pies de apoyo sin recibir mayor presión del pack rival, lo cual sería riesgoso para el jugador. Por eso no estoy de acuerdo con los que dicen que el scrum y los pilares se van a extinguir”, advierte Diego Vidal, entrenador de forwards del seleccionado y especialista en el tema.
“Eso que no se pueda empujar más de metro y medio me parece bueno para darle dinámica, algo que siempre le faltó al rugby tucumano. Más minutos de juego desplegado, sin esos scrums en que podés empujar 20 metros. Metro y medio está bien: lo disputaste, lo ganaste y todo el mundo a jugar”, cerró el de Cardenales.